La lista de ‘Las 20 Reglas’ que separa una dieta más… de un cambio real.
Nuria Barrios | LTO'N
📆 Actualizado: 2025
Vamos a ver algo que NO ES NADA COMPLICADO. Pero sí muy importante.
Son 20 reglas.
Lo sé.
Pero son sorprendentemente simples.
Cuando las aplicas durante un tiempo las memorizas fácilmente.
La cuestión está en que estas indicaciones marcan la gran diferencia entre triunfar o fracasar.
Entre que esto sea una dieta más o un cambio real.
Entre hacer las cosas como una ambiciosa o hacerlas como cualquier persona.
Debes tenerlas presentes en tu alimentación constantemente.
Constantemente.
Esa es la clave.
Vamos a ello.
-> Dieta y ejercicio van de la mano.
El plan de comidas va conectado al de entrenos.
¿Cuál? El que tú sigas.
Verás que hay diferentes menús según el nivel de actividad que tengas en el día y cuándo.
Sólo tienes que ver qué actividad tienes ese día y a qué hora, y elegir el menú correspondiente.
-> Presta atención a tus sensaciones de hambre.
Para recuperar tu instinto de Leona tienes que comer de manera consciente.
Sin distracciones, sin pensamientos negativos.
Presente en la comida, saboreando y sintiendo cómo afecta a tu cuerpo.
Luego, cuando acabes de comer, apunta tu sensación de hambre en cada comida.
Hazlo como te indico en los documentos de arriba.
-> Hazle una foto a tus comidas.
Esta es una de las estrategias más importantes que uso con mis clientas al comenzar el plan.
Una foto de cada comida con la mano al lado para ver las porciones.
Las guardas en una carpeta en tu movil o en tu ordenador o en drive,
con la fecha y a qué comida corresponde cada foto.
Así tendrás mucho más claro qué estás comiendo,
podrás ver la evolución en tu plato,
y si lo aunamos con el punto anterior, sabrás lo que comes y cómo te llena eso.
Tranquila, esto no lo tienes que hacer toda la vida.
Sólo al principio.
Sería genial que lo hicieras durante todo el plan, pero si te abruma demasiado hazlo al menos las 2 primeras semanas.
-> Agua con sal al levantarte. Y más agua hasta acostarte. PERO, no comiendo.
Nada más levantarte bebe un vaso de agua natural mineral,
de la mejor calidad que puedas.
Sería perfecto que evites el agua de grifo y embotellada en plástico.
Pero hacemos lo que podemos con lo que tenemos.
Puedes tomarla templada o caliente, como la prefieras,
y siempre con una pellizco de sal marina buena o sal rosa.
Luego, ara beber durante el día puedes beber agua,
agua con gas y nada más,
o con alguna rodaja de limón o lima,
o con sal.
Pero,
EVITA TOMARLA DURANTE LA COMIDA.
Espera a haber acabado de comer.
Mejorarás tu digestión y controlarás más las sensaciones de hambre.
Por otro lado, entrenando tómala con sal.
Evita tés e infusiones.
Si te ayudan con la saciedad y el autocontrol, bueno.
Pero al menos intenta que sean de calidad, no te compres el típico rooibos de mierda…
y por supuesto, nada de tomar teína pasado el mediodía si quieres descansar bien y en las horas correctas.
-> En los ayunos agua sola o con sal.
Un ayuno es un ayuno.
Todo lo que no sea agua y electrolitos, influye en tu cuerpo de tal manera que rompe el ayuno que queremos hacer.
Queremos hacer un ayuno que te limpie bien por dentro y que resetee tu metabolismo y tu organismo.
Porque eso es lo que te va a hacer perder grasa, reducir la inflamación, mejorar la piel…
y tener otros muchos beneficios en tu aspecto y tu salud.
-> AK-Kfé no más de 1 vez al día y en el desayuno.
El café siempre debe ir acompañado de una comida o de grasas —que contabilizaría como comida—, como el AK-Kfé.
Debes tomarlo con el desayuno,
beberlo en menos de 10 minutos,
y evitar tomarlo a partir del medio día —si un día lo necesitas muchísimo puedes hacer una excepción, pero evítalo.
1 al día. No más.
Si necesitas más, tienes un problema y es suficiente razón para dejar de tomar tanto café.
Y, por favor,
NADA de cafeteras nespresso ni su puta madre.
Compra granos y muélelos en casa.
Usa una cafetera de toda la vida y disfruta de un buen café en mi honor y conmigo, leyendo el mail diario.
“Pero Nuria, a mí es que sólo me gusta el café con leche…”
Entonces no te gusta el café.
Fin.
-> Especias… ¡claro!
No estás aquí para sufrir comiendo pollo hervido sin alma,
que somos Leonas y Modernas, coño.
Pero tampoco se trata de convertir la cocina en un experimento hindú.
Las especias están para dar sabor, estimular la digestión, reducir inflamación y ayudarte a mantenerte en el plan sin que te aburras.
-> Limón y lima a lo que quieras.
Si quieres darle sabor a algo,
como a los mejillones de los que te puedes y te debes hartar siempre que sean salvajes,
puedes usar limón o lima.
-> Grasas para cocinar o como aderezo.
- Mantequilla natural sin sal (de la mejor calidad posible).
- Aceite de coco.
- AOVE —aceite de oliva virgen extra.
- Tocino.
- Aceite TCM / MCT.
- Cebo de res.
SIN MIEDO LEONA.
Ve alternando estas opciones según más te guste,
pero no te centres sólo en una.
Si añades mucha cantidad de esto a tu comida,
puedes reducir de otra grasa que tengas incluida.
-> Chocolate SIEMPRE =/>85% de Lindt o Valor.
Siempre que te indique chocolate me referiré a =/>85% de Lindt o Valor.
Incluso Maüa o Kaico, aunque son aún más caros —también mejores.
Puede ser en tableta o en polvo.
Según lo prefieras y con lo que lo vayas a tomar.
Importante: el cacao está a precio de oro hermana.
En general toda la comida, pero el cacao es terrible.
Por lo que esas tabletas que ves por ahí de 1€ y pico,
NO son cacao.
Son mierda.
Y para eso mejor no tomes nada.
-> Hártate de huevos sin miedo.
Il kilistiril is mili… i lis hivis ti sibin il kilistiril…
¡Mimi mimi!
A estas alturas, ese mito debe estar más que tumbado.
Aplastado y enterrado.
Hasta 6 y 8 huevos al día te puedes comer.
Lo habitual son 2-4.
Y si comes más, pues que sea puntual o que sean eco.
-> 1 vez en semana vísceras rojas.
Puajjjj… ¡qué asco Nuria!
Si te dan asco,
cosa normal porque a mí también me daban asco y a casi todas les pasa,
primero date tiempo y te gustarán o al menos las tolerarás.
Y segundo,
míralas como el mejor multivitamínico que hay.
Cómelas como si fuesen una pastilla,
sin respirar, sólo pensando en que eso te ayudará a funcionar mejor y si funcionas mejor perderás más grasa.
Cuando las tomes, añádelas como parte de animal y parte de grasa en la comida que quieras.
Empieza por higadito de pollo, muy poco y cortado muy pequeño, con verdurita, limón y pimienta, por ejemplo.
-> Siempre que puedas caldos de carne y/o huesos.
Esto es gloria hermana.
Incluso en un Agosto de Sevilla a las 14:00 de la tarde con 54 grados.
Gloria.
Y tómalos especialmente en las comidas tras un ayuno.
De manera obligada si el ayuno es de 24h o las supera.
Los caldos son como suplemento a lo que comes, aunque si lleva mucha grasa puedes contarlo en parte de la grasa.
Tenlos en cuenta en la sensación de hambre.
Quizás comas menos cantidad del resto, no pasa nada.
-> No quemes las cosas.
La comida se cocina, no se calcina.
Si la quemas, a parte de ser mala,
deja de aportarte lo que te tiene que aportar, pierde valor nutricional.
Cocina a fuego lento –que no te maten las prisas hermana, nunca mejor dicho.
Lo justo y necesario. No quemes las cosas ni las comas mientras quemen.
Y la carne que puedas, que sea poco hecha o cruda.
Hay muchos alimentos que se pueden comer crudos, hazlo.
-> Prioriza lo eco.
Sí, lo sé, es más caro.
Pero en la medida de lo que tu bolsillo te lo permita, prioriza en ello.
Especialmente en marisco, pescado, carne y huevos.
Aunque parezca una locura,
si comes alimentos de calidad podrás comer menos cantidad porque te aportarán mucho más.
No es lo mismo 1 kilo de carne de vaca hormonada que de vaca salvaje.
Y hay alimentos como el pescado que, para que te puedan aportar Omega 3, deben ser salvajes.
Sino, sólo son proteínas y grasas.
-> Comidas fuera de casa imprevistas modo anti-fit.
Evita comer fuera si no toca.
Pero,
si sales a comer dentro de las comidas saludables,
elige brasas o cocinas de aceite de oliva,
manteniendo en la medida de lo posible los alimentos, proporciones y sensaciones que te tocan.
-> No comas si no estás feliz.
Hemos visto en “Las 13 trampas” que la mente influye mucho en cómo nos afecta lo que comemos.
Por eso, si te sientes mal, triste, enfadada, ansiosa…
evita comer hasta cambiar tu estado.
Para que nada de eso afecte en cómo influye la comida en tu cuerpo.
-> No comas de noche.
Es más importante “cuándo” comes que “qué” comes.
Las comidas siempre de día,
una vez amanezca y antes de que anochezca.
Y si te ha dado el sol antes, mejor.
Y si te da durante, más mejor.
(Con la piel limpia y sin nada entre tu piel y el sol.
Y si te pones colorada, te pones en la sombra o te tapas con algo.
Simple.)
¿Que te pilla la noche?
Pues a dormir.
¿Que tienes hambre?
Ya desayunarás.
Esta debe ser la mentalidad.
Ojo…
IN-PERFECCIÓN.
Sé exigente. Pero honesta.
Ya sabes.
-> Haz caso a los más sabios.
Yo no soy católica, pero sí creo que hay un Dios.
Algo que abarca TODO.
Y especialmente, creo en las sabias enseñanzas antiguas de los Dioses y de los que las compartían.
En el Evangelio de los Esenios,
están las palabras de Jesús sobre cómo comer.
Que coinciden enormemente con todo lo anterior y el plan en su conjunto.
Esto de la nutrición es más de conocimiento y entendimiento antiguo que de carrera universitaria hermana.
Te las dejo aquí.
-> Preparación:
“No comerás carne de animales ni otros alimentos cocidos a una temperatura mayor que la del cuerpo o del sol.
(…)
No comas alimentos quemados, helados o descompuestos pues quemarrán, helarán y corromperán tam,bién vuestro cuerpo.”
-> Cantidad:
“No comáis hasta no poder más… tomad cuenta de cuanto hayáis comido cuando os sintáis saciados y comed siempre menos de uuna tercera parte de ello.”
En esto es en lo único que discrepamos en algunos momentos por cosas de La Moderna.
-> Frecuencia:
“No obstaculicen la obra de los ángeles en vuestro cuerpo comiendo demasiado a menudo… quien come más de dos veces diarias hace en él la obra de Satán (supongo que se refiere al pecado de la gula…).
Comed tan sólo cuando el sol esté en lo más alto de los cielos, y de nuevo cuando se ponga.”
-> La manera de comer:
“Y cuando comáiis… respiirad largo y profundamente en todas vuestras comidas para que el ángel del aire bendiga vuestro alimento.
Y masticadlo bien con vuestros dientes, para que se vuelva agua y que el ángel del agua lo convierta dentro de vuestro cuerpo en sangre.
Y comed lentamente, como si fuese una oración que hicieseis al Señor.
Pues en verdad os digo que el poder de Dios penetra en vosotros si comñéis de tal modo en su mesa.
Mientras que Satán convierte en ciénaga humeante el cuerpo de aquel a quien no descienden los ángeles del aire y del agua en sus comidas.”
Y va el tío y te habla de peos y eructos…
-> Tu estado:
“Cuando coméis con tristeza, o con ira, o sin deseo, se convierte en veneno en vuestro cuerpo.
Pues el aliento de Satán lo corrompe todo….
Y nunca os sentéis a la mesa de Dios antes de que él os llame por medio del ángel del apetito.”
-> El ayuno:
“Cada séptimo día es santo y está consagrado a Dios…
no comáis ningún alimento terrenal, sino vivid tan solo de las palabras de Dios.”
Flipas, ¿no?
Si lees con atención y sabes ver,
estas palabras enseñan mucho más allá de cómo comer,
enseñan cómo alimentarnos y cómo afecta el alimento en nuestro cuerpo.
No sólo por el tipo de alimento,
también por cuándo y de qué manera (cómo) lo tomamos.
Bien.
Me gustaría que esto te quede muy claro.
Leélo cuantas veces necesitas.
Y si tienes alguna duda,
escríbeme en el soporte.
Recuerda:
no estás aquí para hacer una dieta insufrible ni algo pasajero.
Estás aquí para recuperar el control de tu cuerpo y el respeto por ti misma.
Todo empieza por estos detalles. No te los saltes.
Ahora,
¡vamos a por la semana hermana! ;P
Continuar con: